Continúan denuncias por abuso sexual, la diócesis de NY se declara en bancarrota.
La diócesis de NY se declara en bancarrota al no poder controlar la ola de denuncias por abuso sexual que pesan en sus integrantes. La ola de denuncias hace que la diócesis tenga como una maniobra la declaración de bancarrota como una forma de escudarse ante las autoridades y la justicia.
La Diócesis de NY en bancarrota
La diócesis de uno de los suburbios de Nueva York se declaró el jueves en bancarrota como una forma de escudarse ante la ola de denuncias por abuso sexual que tienen. La diócesis de Rockville Centre de Long Island, una de las más grandes conformada por unos 1,4 millones de católicos, solicitó en su declaración de bancarrota la suspensión de los cargos y la consideración en los mismos. Es así como pide un proceso más equitativo; aunque las víctimas de tales abusos consideran que es una forma de tapar la verdad y que no se haga publica.
El obispo John Barres manifestó a través de un video y de una carta, cuya publicación se realizó a través de un sitio web en la diócesis; que el peso del gasto originado por los pleítos demandantes ha sido muy fuerte y esto ha provocado que la situación financiera se agrave; además, de la crisis ocasionada por la pandemia.
Ley modificada para pagar por lo que hacen
Es así como manifiesta que la meta real de la diócesis es que todas las víctimas y sobrevivientes de abusos sexuales por parte de los curas y no solo los que tuvieron el valor de denunciar sino también los que de alguna forma callaron, reciban algún tipo de compensación que resulte justa y equitativa, señalo el obispo.
Desde que en 2019, el estado permitió, a través de la modificación de la Ley, denuncias y litigios ocasionados por abusos sexuales, se han presentado, 200 o más demandas contra la diócesis. Le ley permitió que se denunciara y se procesara el hecho así hubiese ocurrido hace décadas; cosa que anteriormente caducaba cuando el demandante cumplía 23 años.
La diócesis de Rockville Centre fue una de las más opositoras a la ley, alegando que resultaba inconstitucional. Fue entonces, que al aprobarse la Ley la diócesis anunció de inmediato que estaba en la obligación de declararse en bancarrota. La diócesis en su declaración financiera argumentó haber sufrido la pérdida de 500 millones de dólares causadas por los juicios a los que se ha visto implicada.
Denuncian bancarrota para no cancelar deudas
Según el obispo Barres, ante tal situación la diócesis no puede seguir cumpliendo con su misión espiritual, educativa y creativa si pretende cumplir con los juicios ligados a los abusos, manifestó a través del comunicado.
Ante esta posición, el abogado de las personas que dicen haber sido víctimas sexuales de los curas de esta diócesis, critico severamente, la posición tomada por la iglesia; es así como la induce a ser una posición planificada, egoísta y cobarde.
Los abogados dispuestos a defender a las víctimas
Jeff Anderson expresó que esa actitud no va a detenerlo a que se haga justicia a los sobrevivientes ni a los que los defendemos. El afán es forzar a la diócesis de Rockville a que responda por las acciones cometidas por los miembros que la forman.
De manera similar, Janet Klinger, directora de u grupo formado por sobrevivientes al abuso sexual por parte de los curas de Long Island, considera de manera escéptica que la diócesis necesita protección ante sus acreedores. Además hizo hincapié en que otras diócesis también han declarado pobreza para no tener que pagar nada a las víctimas, cuando en el mismo momento le enviaban fondos con la intención de salvar las deudas.