Hecho violentos en las zonas fronterizas de Venezuela y Ecuador

Hecho violentos en las zonas fronterizas de Venezuela y Ecuador

Colombia nuevamente en cifras rojas

Colombia nuevamente en cifras rojas

Las masacres vuelven a Colombia, nuevamente los grupos armados cometen sus fechorías, dejando un total de 17 muertos en tres puntos distintos del país; esto no ocurría desde 2016. Estas últimas masacres, reflejan la disputa sangrienta de los distintos grupos armados tras la firma del acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las FARC que expone a la población civil a sus siniestras intención sin derecho a defensa ni protección.

Hecho violentos en las zonas fronterizas de Venezuela y Ecuador
Hecho violentos en las zonas fronterizas de Venezuela y Ecuador

Cifras rojas de violencia en Colombia

Son ya 17 personas que han muerto en los últimos días, sumándose a las anteriores en una de los peores enfrentamientos de los grupos armados desde 2016. las autoridades habían informado de once personas fallecidas de manera violenta en zonas de frontera, específicamente Venezuela y Ecuador.

De esta manera, Jhon Rojas, gobernador de Nariño, acepta que es una de las áreas más atacada por estos grupos, y que esta nueva masacre que dejó por lo menos seis muertos y dos personas desaparecidas le esta ocurriendo a jóvenes, a campesinos, indígenas o afrodescendientes que no tienen que con nada de esos conflictos.

La información oficial reza que en la Guayacana, parte rural del municipio de Tumaco, en Nariño, ocurrió la masacre.

El pueblo Áwa, el más sacrificado

De la misma forma, indicó la Unidad Indígena del Pueblo Awá, que la crisis humanitaria que vive el departamento de Nariño crece de manera despiadada, la zozobra no les permite vivir dignamente con el goce de derechos consagrados en la Constitución. Así mismo añadió que no pueden sumando muertos a una guerra que no le pertenece al pueblo Awá, ni a campesinos ni afrodescendientes.

Es así como el gobernador informá sobre una reunión donde se encontrara el presidente de la nación, Ivan Duque que tratara de seguridad junto con las autoridades del suroeste del país y evaluara los puntos de violencia creados últimamente.

Antes que este hecho en Nariño, se había suscitado en el municipio de Arauca, el asesinato de cinco personas, según declaraciones se estaba averiguando si eran personas de nacionalidad colombiana o venezolanas, según el gobernador de la regíon de Arauca, Facundo Castillo.

Zonas fronterizas son el punto de mayor violencia

Así mismo, ocurrió el asesinato de seis personas en un caserío de Uribe, en la localidad de El Tambo, Cauca, la información fue dada el alcalde de la localidad, Carlos Vela.

De esta manera se evidencia, la forma como las regiones del Cauca y la del Arauca son disputadas por el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), grupo disidente de la FARC, y formado como guerrilla en Colombia y los grupos narcotraficantes formados como paramilitares.

Todos estos hechos son investigados por Naciones Unidas en lo que va el 2020. El país esta repitiendo el horror vivido en años atrás. La firma del tratado de paz había traído un asomo de paz esperanzador, este no duro mucho. El país está siendo atacado en zonas que han sido históricamente abandonadas por el Estado. Las disputas entre los grupos armados hacen imposible un acuerdo de paz con el gobierno por lo que el conflicto no se merma sino que se recrudece.

La historia esta escrita y no miente

Según el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Avila, estos sucesos ya tienen años sucediendo; es así como las personas no querían darse cuenta o reconocerlo, lo que si es nuevo es lo sangriento de las nuevas masacres.

Esto va a durar hasta que en las fuerzas disidentes sobresalga un grupo y acabe con los otros, indica Ávila. No han podido dominar territorios como el del narcotráfico o el de la minería; esto hace que ahora quieran arremeter contra la población civil.

Para finalizar, hay quienes critican a Duque por excusarse siempre con la acción de gobiernos anteriores; mientras tanto el país se desangra debido a la incapacidad de los gobernantes de turno para llevar, realmente soluciones de paz, a las regiones acorraladas por el conflicto.

Las cifras oficiales de fallecidos del gobierno no coinciden con las de la ONU para los Derechos Humanos esto quiere decir, que a ciencia cierta nadie sabe como va la cuenta real.