Corre peligro Democracia en América Latina
Democracia en América latina corre un gran riesgo según análisis de The Economist; todo indica que el sistema democrático pierde puesto ante otros sistemas que ya habían sido rechazados en el pasado. Hoy por hoy prevalece la presencia de experiencias populistas, nacionalistas y hasta militaristas que no consolidan la democracia en las regiones.
Democracia en América Latina
Los expertos analizan la situación, el resultado de estudios indican que el panorama político en América Latina se manifiesta a través de partidos políticos débiles, la apatía relacionada con la democracia, la existencia de un sistema judicial manipulado y débil, el bloqueo y discrepancias entre los poderes Legislativo y Ejecutivo y la falta de interés por el ciudadano común a vincularse en estos asuntos.
Ante todos estos aspectos se unen la corrupción, la delincuencia y la violencia que ha surgido en los distintos panoramas; con la visión más inexplicable de que los ciudadanos que hace 10 años derrocaron a los gobiernos contrarios a la democracia, que protagonizaron marchas, llamaron elecciones o plebiscitos, hoy en día se sienten engañados por la corrupción, la inestabilidad social y económica.
México no se excluye del estudio
América Latina desciende en el índice de Democracias reales a lo que se les une México reportando retrocesos significativos en renglones como procesos legales, sistemas electorales, libertades civiles o cultura política.
Ante la evaluación por sexta vez de Democracia de la Unidad de Inteligencia, el indicador a seguido bajando pasando de 6,09 a 5,83 en una medida de diez.
El documento señalado califica de mayor caída en comparación con otras regiones y también destaca la más baja para la región.
Desencantos y falsas promesas
De esta manera, se observa que existen muy pocos gobernantes de América latina que hayan logrado mantener su nivel de popularidad en plazos no mayores de tres años. De tal forma, el desencanto de las masas se traduce en crisis políticas.
Por ejemplo, la manera en que las regiones se comportaron ante la presencia de la pandemia, que demostró la falta de capacidad para dar acertadamente con las soluciones, los temas de la tala y la quema de los bosques y selvas; así como el asunto de la inseguridad social y alimentaria en muchas de las regiones de las américas.
Régimen híbrido en México
Lo cierto es que el estudio descubre el escepticismo que reina en los pobladores y el retroceso que existe en la solidez de la democracia.
Los rubros tomados en cuenta preparan a las autoridades y les muestra un panorama bastante difícil de soportar; sobre todo cuando aborda temas como las libertades civiles y da una medición de 6,79 a 6,64.
Así como los procesos sociales y el pluralismo que arrojo un retroceso de 7,48 a 7,35; el caso más la categoría de régimen híbrido que se le da a México el presentar un retroceso significativo en los parámetros tomados en cuenta en el estudio de 85 páginas realizado.
Mayores preocupaciones en América Latina
En consecuencia, la pobreza de estas regiones origina desigualdades multidimensionales; es decir, la escasez económica agrega falta de acceso a las necesidades y a los servicios básicos, falta de oportunidades, discriminación y exclusión social; por consiguiente, los sectores pobres, indígenas, campesinos, mujeres crean así una masa de gran magnitud de excluidos y sin lugar en las sociedades con ánimos de desarrollo.
Así mismo, la desigualdad, según los entendidos, afecta directamente las dinámicas políticas y la posibilidad de acceso al poder de la población. En efecto, está visto que la concentración de la riqueza y del poder político y social implica el uso de instrumentos en grupos privilegiados representados principalmente por la violencia y la corrupción, fenómenos que alcanzan niveles elevadísimos en la región.
Por esto mismo, la inseguridad es una de las mayores preocupantes de la población latinoamericana y esto provoca desconfianza en la capacidad del Estado de desempeñar su función clave de protección
Nueva visión
En cualquier caso, México presenta un puntaje de 5,57 esto coloca a al país en el puesto 17, de 24 que conforman la región. Al mismo tiempo, es bien valorada por su actividad política, con 7,22 puntos por arriba de otros promedios de 5,58.
A diferencia de la parte política, el proceso electoral y la presencia del pluralismo; México registra 6,92 punto y el resto de América Latina 7,35.