La tragedia de los 33 mineros aún persiste en sus memorias
Después de diez años, la tragedia persiste en sus memorias y el recuerdo de los 33 mineros chilenos, que estuvieron bajo tierra por 65 días, hasta que dieron con ellos. Las pesadillas aún están latentes en sus recuerdos y las ganas de ser realmente retribuidos por la tragedia que vivieron.
La tragedia persiste en sus memorias
Los 33 mineros que quedaron atrapados en la mina San José, en el norte de Chile; todavía viven con la tragedia en su mente.
Hace ya diez años, 33 mineros quedaron atrapados en el yacimiento San José en las cercanías de Copiapó, aproximadamente a 800 kilómetros del norte de Santiago de Chile. Los mineros se encontraban a 700 metros bajo tierra, en el momento en que la perforadora del denominado T-130 del plan B los localizó.
Es así como 32 mineros chilenos y uno boliviano volvieron a la vida en ese momento. El más joven solo tenía 19 años y el mayor de ellos ya tenía 62. Todos con alguien que los esperaba con ansiedad en el mundo exterior. De esta manera, lata de atún, galletas y agua contaminada fue su sustento. Así que los chistes, las conversaciones y las discusiones amainaban el miedo y el desanimo de ser abandonados a su suerte.
La liberación fue todo un suceso
Recuerda Jeff Hart, un ciudadano de Denver, Estados Unidos; que fue llamado desde Afganistán , “por ser el mejor” para ayudar en el rescate. Duró más de un mes frente a las palancas y medidores de presión del tablero para ayudar en la tragedia.
Al liberar a los 33 mineros, el gobierno de Sebastián Piñera gana una gran popularidad, muy merecida, porque no se dio por vencido; aunque nadie aseguraba que la labor serviría para algo. En realidad, a esta alturas, el tema mapuche quedó en el aire y la discusión del impuesto que pagan las grandes empresas. Además, sale a relucir el tema de la seguridad laboral.
Al parecer, en este histórico suceso, solo triunfo la fe de los hombres en lograr el rescate de los mineros, el uso de la tecnología y la parte mecánica convertida en poleas, cables y la jaula que iba y venia con ayuda, mensajes de aliento esperanza.
Los medios fueron los que más ganaron
Hasta la televisión tuvo su suceso, combinando las entrevistas con los familiares y escenas del lugar de los hechos. Las veces que fue el presidente y su señora, los ministros de Minería y de Salud. En fin, todo un escenario lleno de operatividad y profesionalismo. Es así como todo el aparataje del periodismo y de la televisión manejo el espectáculo.
Al final, luego de diez años, los mineros reconocen que al principio fueron unos héroes, los llevaron a todas partes, conocieron lugares inimaginados, hasta ganaron demandas que los favorecían. Pero, lamentablemente, no se vieron las ganancias.
La historia, luego de diez años
Les quitaron los derechos de su historia y su demanda quedó en espera de alguna indemnización.
Así es como, a los 57 años , José Ojeda lucha con una diabetes que redujo sus movimientos, anda en muletas y aún tiene las pesadillas del momento del derrumbe.
Jimmy Sánchez no pudo volver a trabajar. Comenta que a pesar de que otros ganaron mucha plata con ellos, en sí , los mineros no ganaron nada.
Uno de los periodistas, Mario Sepulveda, encargado de la transmisión de los videos grabados durante el cautiverio, denuncia que a los mineros los trataron mal.
Omar Reygadas opina que aún la tragedia sigue vigente, porque lo sienten y los padecen, fue un suceso traumático.
“Hoy tenemos una película, un libro, pero nunca supimos lo que pasó con eso”. Además de opinar que la película no refleja en nada lo vivido dentro de la mina, asegura Luis Urzúa. “Gracias a Dios nos rescataron, pero también se tienen que sentar un precedente», afirmó Urzúa.
Finalmente, los mineros se sienten traicionados, las promesas que no se cumplieron, las malas decisiones tomadas por los 33 mineros que decidieron brillar por si solos en vez de seguir en conjunto, y los conflictos judiciales que no se les ve una pronta y justa decisión