La Amazonía ha sido devastada por terribles incendios

La Amazonía ha sido devastada por terribles incendios

La Amazonia no tiene como defenderse

La Amazonia no tiene como defenderse

Llega otra temporada de sequía y la Amazonía no tiene como defenderse, está en completo estado de desamparo y de inseguridad ante la nueva temporada de sequía que se avecina. Todo indica que este año será peor que el anterior, sumando el problema potencial del coronavirus.

La Amazonía ha sido devastada por terribles incendios
La Amazonía ha sido devastada por terribles incendios

El pulmón de la Tierra, en inseguridad, no puede defenderse

El año pasado, se presentaron en la Amazonía, más de miles de incendios que dejaron a la selva mayor del planeta completamente agredida. Aún sin restablecerse, ya enfrenta, otra temporada de sequía que acabaría con lo poco que le queda. Aunados a los problemas generados por el Coronavirus.

Como primer orden, la selva amazónica se encuentra llena de árboles caídos y secos, que servirían de mecha para mantener y formar incendios mayores a los del año pasado. En segundo lugar, se formarían humaredas que afectaran a los pulmones, provocando emergencias que se pueden confundir con las emergencias en hospitales producto del Coronavirus.

Para finalizar, Brasil esta enfrentando la pandemia y no le está yendo bien. Hasta ahora es el país, con más casos de infectados y fallecidos ,luego de Estados Unidos. Es así como al mezclarse las dos emergencias; la pandemia disminuye el números de colaboradores, además de reducir los recursos para atacar los incendios forestales, aumentando los problemas relacionados con la salud.

La Amazonía puede quedar devastada

Solamente el año pasado, el escenario que la Amazonía presentaba, provocaba en el mundo, el miedo a la destrucción de la atmósfera y por consiguiente del oxígeno que da vida a los seres vivos del planeta. De esta manera, era impresionante ver la cantidad de humo que se desprendía de esta zona, llegando a las costas de Sao paulo, logrando oscurecer el cielo.

La devastación es eminente, los incendios provocados por trabajadores del campo y ganaderos son nocivos para la selva amazónica que pide a gritos que la dejen en paz.

Poco compromiso con el ambiente

El IPAM, Instituto Ambiental de la Amazonía, advierte que esta temporada puede ser decisiva para el planeta. Ni siquiera, se espera que la intervención del gobierno sea oportuna. Como se recuerda, que el año pasado, el gobierno necesito de presión interna y externa par poder mandar a las fuerzas militares a combatir el fuego.

Se calcula hasta entonces, que la Amazonía del Brasil tiene por lo menos mil843 Kilómetros cuadrados deforestados. De los cuales 4 mil 500 kilómetros cuadrados están casi en cenizas. Son cifras alarmantes que solo son comparadas con la devastación que ha causado el coronavirus.

Actuaciones imprudentes por parte del gobierno

Jair Bolsonaro no ha logrado ganar simpatías con relación a estos temas. Por parte de los incendios, el presidente promueve la legalización de las actividades agropecuarias y mineras en áreas protegidas de la selva amazónica.A Su actuación no ha sido la más prudente, minimizando la proporción de la emergencia que se suscitó por la quema y tala indiscriminada.

Solo al final, decidió enviar al ejercito para el control de los incendios logrando solucionarlo, por lo menos, por un tiempo. La quema traerá muchas enfermedades respiratorias, según lo indicado por Berenguer.

Otro punto donde, el presidente brasileño no ha podido manejar es ser el tercer país con mayor número de casos de Covid-19.

De esta manera, la región amazónica ha sido muy mal tratada los hospitales llenos de casos de enfermedades respiratorias y sus comunidades indígenas expuestas y deprimidas por el Coronavirus.

Poca existencia de centros asistenciales

Alarmante saber que, el estado Amazonas, posee una extensión territorial mayor, tres veces que la de España y solo tiene un solo centro de asistencia en su capital, Manaos.

Asi como, los servicios a cargo de la municipalidad estuvieron colapsados, obligándose a entierros en fosas comunes. Igualmente, los cadáveres eran conservados en camiones refrigerados para esperar la inhumación.

Esto se debió a la disminución de la capacidad de las autoridades para frenar la deforestación.

El Ministerio de Medio Ambiente, Ricardo Salles, propuso , modificar todo lo concerniente al reglamento de ambiente junto a a sus normas, mientras se combate el Covid-19.

Las autoridades de IPAM consideran que hay que presionar aún más al gobierno para lograr el óptimo desempeño.

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